Reflexiones e Historias

5/04/2016

Subiendo hacia abajo

A las personas las juzgamos por sus actos y no por las intenciones y a nosotros nos juzgamos por nuestras intenciones y no por nuestros actos.

Seguir dando vueltas a la ideas recíprocas, no sacrificamos nada, no hay remedio si no existe enfermedad, cuando alguien toca suelo por haber intentado algo en lo que creía que iba a funcionar empezamos a ladrar, nos reimos de él pero no aplaudimos de lo que intentaba realizar,¿y si lo hubiera logrado? Somos unos perros sin domesticar, unos perros con el mismo collar. Unos perros que lo mejor sería sacrificar.

Somos perdedores natos, intentarlo, hacerlo todo bien, lágrimas que manchan nuestras mejillas y aun duchandote, perduran entre la humedad y la fluidez del agua, las cosas siguen ahí, aún cuando intentamos esconderlo y no verlo. Esta enfermedad se llama añoranza, que a su vez se convierte en estupidez, si sabes que va a seguir ahí amargandote por dentro no intentes limpiarte por fuera, el dolor, el fracaso o la humillación seguirá atormentandote durante el tiempo que estés pisando este planeta,  todos nos hemos amargado por algún chasco, incluso los más grandes han caído, mira los dinosaurios, dominaban este planeta con gran firmeza y de pronto se fueron todos y se dice que su sucesor son las gallinas,¿que cosas verdad? Nosotros procedemos del mono o ellos proceden de nosotros? Porque ha estas alturas creo que ellos son más inteleligentes que nosotros y nosotros somos la evolución estancada y apunto de desaparecer. No nos ayudamos, no nos apoyamos, nos reímos del fracaso ajeno y mientras no hacemos nada, un aplauso por la humanidad porque como saben que van a morir algún día no se preocupan en mejorar la vida de los demás.

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